En los bovinos el cerebro está situado en la parte alta de la cabeza. El punto ideal de penetración es en el centro de la frente, en el punto de cruce de dos líneas imaginarias dibujadas entre los ojos y el centro de la base de los cuernos opuestos. Esto da una posición de aproximadamente 7cm, ±1cm, sobre una línea que cruce la frente en la parte de atrás de los ojos. El disparo debería entrar en ángulos rectos al cerebro (Figuras 3 y 4).
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Figura 3 Posición de disparo para bovinos |
Figura 4 Bestia comercial (2 años) |
En los terneros el cerebro es relativamente más grande que en los bovinos adultos pero la parte superior está subdesarrollada. El punto certero está ligeramente más bajo que en los bovinos adultos y el arma se debe inclinar hacia atrás para obtener el ángulo de incidencia correcto para destruir el bulbo raquídeo (Figura 5).
Los toros maduros pueden tener un hueso frontal duro y grueso, con frecuencia cubierto de pelaje denso y apelmazado (Figura 6). Esta combinación a veces puede dificultar la penetración de proyectiles de pequeño calibre y por tanto la mejor opción es una escopeta.
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Figura 5 Ternero joven (6 días) |
Figura 6 Toro maduro (9 años) |
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