El principio general del aturdimiento eléctrico es hacer pasar la corriente suficiente a través del cerebro para causar un ataque similar a los producidos por la epilepsia. Esto provoca inconsciencia inmediata e insensibilidad al dolor. Si el flujo de corriente es suficientemente largo (normalmente 30 segundos para la trucha) el pez morirá de anoxia antes de que el cerebro pueda recuperar la sensibilidad.
La corriente eléctrica también causa espasmos en el músculo del pez que pueden, en algunas circunstancias, resultar en hemorragias y otros daños en la carcasa. Por tanto, se deben diseñar cuidadosamente las condiciones de aturdimiento para garantizar que el proceso no causa ni dolor ni daños en la carcasa y que no es posible la recuperación antes de la muerte. Se sabe que estas condiciones varían ampliamente de unas especies a otras. Esta sección explica algunos principios eléctricos básicos y cómo se aplican al aturdimiento eléctrico y al sacrificio de los peces.
Hay sistemas de aturdimiento eléctrico que aturden a los peces mientras permanecen en el agua y otros que aturden a los peces fuera del agua utilizando electrodos que hacen contacto directo con el pez (sistemas "secos" o "semi-secos"). Ambos métodos tienen sus pros y sus contras. Aturdir a los peces en el agua reduce el estrés de la exposición al aire y la luz y reduce la probabilidad de daños mecánicos en la piel. Sin embargo, los sistemas de aturdimiento "secos" o "semi-secos" tienen un efecto más homogéneo sobre el pez y pueden resultar en menores daños eléctricos a la carcasa.
En algunos casos, el aturdimiento eléctrico se utiliza antes de la aplicación de un aturdimiento por percusión. Esto hace que el pez quede inconsciente durante la duración del proceso de manejo antes del aturdimiento por percusión.
El flujo de electricidad a través de un objeto se conoce como corriente y se mide en amperios (A). La corriente tiene que ver con el número de electrones que pasa en un segundo. Se puede generar corriente bien como corriente continua (CC), como desde una batería que fluye en una sola dirección; o puede ser una corriente alterna (CA) procedente de la red de suministro o un generador, en la que la dirección del flujo de corriente cambia muchas veces por segundo. La fuerza motora o presión que causa el flujo de corriente se conoce como voltaje y se mide en voltios (V).
La conductividad de un material es una medida de con qué facilidad puede pasar una corriente eléctrica a través de un objeto. La conductividad se mide en micro siemens (µS/cm). El agua de río normalmente tiene una conductividad en la gama de 50-700µS/cm, mientras que el agua de mar tiene una conductividad de hasta 50.000µS/cm.
La frecuencia de una corriente se refiere a cuántos ciclos alternativos de corriente se producen por segundo. Se mide en ciclos por segundo o Herzios (Hz). El suministro eléctrico de red tiene una frecuencia de 50 Hz (es decir, 50 ciclos por segundo). La frecuencia de la corriente determina el efecto que tiene en los peces.
Cuando se aturde eléctricamente a los peces mientras permanecen en el agua, la corriente eléctrica puede pasar en torno a los peces así como a través de ellos. Por ello, es más útil definir el campo eléctrico requerido en el agua que la corriente eléctrica. Si el depósito de agua en el que están los peces es de forma rectangular y los electrodos cubren dos paredes opuestas del depósito, entonces el campo eléctrico de un depósito se puede calcular como la diferencia de voltaje entre los electrodos dividida por la distancia entre los mismos. Se especifica en unidades de voltios por centímetro. La fuerza de campo eléctrico requerida para aturdir a los peces se ve afectada en cierta medida por la conductividad del agua. Las truchas en agua de río normalmente requieren 3V/cm mientras que se puede aturdir eficazmente a un halibut en agua de mar usando 1V/cm.
Como se ha mencionado anteriormente, el efecto de la electricidad en los peces se ve afectado por la frecuencia. Las frecuencias próximas a 50 Hz tienen un mayor efecto tanto en el cerebro como en el músculo del pez que las frecuencias mayores, dando lugar a un aturdimiento efectivo. Sin embargo, en la trucha y el salmón, debido al efecto sobre el músculo, una frecuencia de 50 Hz es susceptible de causar un daño inaceptable en la carcasa. Una mayor frecuencia, con una fuerza de campo eléctrico ligeramente superior, aún puede lograr una insensibilidad inmediata al mismo tiempo que minimiza el daño de la carcasa. Se ha determinado que una frecuencia de 1000 Hz es adecuada para la trucha. No se deberían usar frecuencias más altas de 1000 Hz dado que los peces podrían no caer inconscientes e insensibles al dolor de inmediato.
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